El profeta Elías aparece en la Sagrada Escritura como el hombre de Dios, que camina sin descanso en la presencia del Señor, abrasado de celo, lucha en defensa del único Dios verdadero.
La experiencia de Dios en esa tenue brisa del profeta, también hoy a nosotros nos está diciendo que Dios está siempre presente en nuestras vidas, aunque por circunstancias de la vida que vivimos en medio de tanto ruido, no descubramos su brisa suave, esa presencia toda cariñosa de Nuestro Dios, El nunca nos deja solos y sigue llamando a nuestros corazones para que disfrutemos su dulce presencia.
Especialmente invito a tanta juventud que busca la felicidad fuera en el bullicio, el ruido como en el huracán que experimentó el profeta, pero el Señor Dios no estaba en el terremoto…Dios Vive en lo más profundo centro de nuestro corazón dándonos vida y esperando paciente que nos acordemos de Él
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